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Intrigas, historia, literatura y leyenda en la inabarcable Roma del Renacimiento. Nunca Fernando de Rojas, el pesquisidor de los Reyes Católicos por obra y gracia de Luis García Jambrina, estuvo ante un reto semejante.El Santo Padre se detuvo para recobrar el aliento. Observó su camisa de dormir llena de manchas de sudor, sangre, vómito, orina, heces… ¿De qué había servido acumular tanto poder, tanta gloria, tanta riqueza, tanta belleza inútil ¿En eso terminaba todo Quiso pedir auxilio, pero lo único que salió de su boca fue un borbotón de sangre. Con gran esfuerzo, acercó su mano derecha al pequeño charco rojo y mojó en él dos de sus dedos, con los que luego escribió sobre el mármol la palabra puttana. Al rato acudió un criado muy alarmado, que al verlo tirado en el suelo, se arrodilló junto a él y, tras comprobar que había fallecido, se levantó y salió gritando por los pasillos: —Il papa è morto! Il papa è morto! Il papa è morto! El Vaticano, 18 de agosto de 1503. El papa Borgia, Alejandro VI, muere en extrañas circunstancias después de varios días de agonía. El pesquisidor Fernando de Roja
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