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Cuando Lucifer, el bellísimo (del latín lux luz y fero llevar, es decir el portador de luz), fue precipitado a tierra, creó, por el impacto, un enorme hueco profundo que terminaba, estrecho, en el centro de la misma tierra y en donde el demonio quedó bloqueado, incrustado. Esta tradición acató Dante cuando escribió el Infierno de la Divina Comedia. Obviamente, en el punto de impacto, en la superficie de la tierra, el hueco era muy grande, terminando en el punto central muy estrecho. Fue de esta manera como la estructura ideada por Dante tuvo la forma de un embudo. Lo que Dante no nos cuenta es cómo la tierra cubrió (solo en superficie) ese hueco, pues, cuando se perdió en medio del andar de su vida, se encontró por una selva oscura que necesariamente debía estar sobre el terreno que cubría lo que en origen era un hueco inmenso. Luego, en compañía de su maestro y guía, Virgilio, encuentra la entrada al báratro y desde ese momento en adelante los dos inician el viaje en el Infierno. También en este caso Dante no nos precisa dónde se hallaba esta puerta al Infierno, pero debía estar cerca de Florencia, ciudad c
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